¿Cómo detectar las conductas suicidas?


¿CÓMO DETECTAR LAS CONDUCTAS SUICIDAS?

Aunque, es muy complicado detectar si una persona tiene pensamientos suicidas, sobre todo en adolescentes y niños, ya que no han desarrollado por completo sus mecanismos para resolver conflictos y controlar sus emociones, existen una serie de conductas que son consideradas como alarmantes. También influyen muchos factores, como puede ser la comunicación con sus padres, antecedentes de depresión, adicciones, entre muchas otras. 

Señales de peligro suicida

La revisión crítica de la literatura científica y el análisis de la experiencia clínica e investigativa del autor y sus colaboradores sobre el tema nos permiten afirmarles que las señales de peligro para el comportamiento suicida que se deben observar en las personas son las siguientes:

  1. Comportamiento auto-agresivo.
  2. Comportamiento pasivo ante frecuentes agresiones del entorno social.
  3. Cambio brusco en los hábitos de comer y dormir.
  4. Presencia frecuente de desvalorización.
  5. Miedo a la separación.
  6. Cambios súbitos en el estado de ánimo.
  7. Presencia de poco interés hacia el trabajo y hacia la vida en general.
  8. Pérdida o ausencia de amigos.
  9. Pérdidas recientes e importantes (afectivas o de estatus).
  10. Obsesión con la muerte o pensamientos recurrentes en torno a ella.
  11. Repartir objetos muy queridos.
  12. Hacer algo así como testamentos o cartas de despedida.
  13. Presentar sentimientos de desesperanza o desilusión frecuente.
  14. Presencia de deseos de muerte, o fantasías de autodestrucción.
  15. Proferir amenaza suicida a amigos, familiares o personal de salud.
  16. Persona desesperada con sentimiento de culpa y temor a perder el control emocional.
  17. Presencia de fantasías de dormirse y no despertar.
  18. Adolescentes con problemas sentimentales y dificultades en su comunicación.
  19. Pérdida de la ilusión por el futuro.

No obstante, los signos más fuertes e inquietantes son los verbales "no puedo seguir adelante", "ya nada me importa" o incluso "estoy pensando en acabar con todo". Los comentarios de esta índole hay que tomarlos siempre en serio.

Estos aspectos son detectables a través del empleo de técnicas sencillas para el diagnóstico como puede ser la observación (directa e indirecta), la entrevista, el cuestionario y la encuesta que conocen muchos de nuestros agentes sanitarios y que pueden aprender con facilidad los voluntarios de la comunidad. Estas técnicas exigen para ser eficaces y confiables, algunas condiciones como la precisión y la claridad, tener categorías bien definidas, saber abordar aspectos principales del problema, no descuidar la privacidad y la discreción, y el rol activo de las personas en la utilización de ellas

Cuando una persona resulta evaluada como riesgo suicida con cualquiera de las técnicas recomendadas, el agente sanitario o voluntario procede a comunicárselo al Médico de Familia, o al psicólogo de su grupo básico, o a la supervisora de enfermería, de manera que posterior a su intervención inicial se haga efectiva la intervención más especializada del equipo de salud mental, mediante la realización de las tareas que plantea el Programa Nacional de Prevención de la Conducta Suicida o las estrategias municipales trazadas.

REFERENCIA.

Reyes, W. (2002). Revista Cubana de Medicina Integral. Obtenido de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252002000200009. Consultado: 14 de noviembre de 2020. 

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